Querido Eloy,
Espero que estas palabras que te escribo te lleguen por alguno de los tantos medios que existen actualmente…
Antes de nada, darte las gracias por aquellos años en los que empezábamos a disfrutar de la juventud y como no, de las primeras travesuras en nuestro querido Club La Peña, tu casa en la que, junto a tu querida, nuestra querida Adeli y nuestros padres, nos fuiste enseñando tantas cosas e intentando que fuéramos grandes personas.
Nos diste algún que otro “capón”, además de los “puntapiés” del bueno de Bruno. Pero también nos ayudabas, nos curabas cuando nos hacíamos daño y terminábamos invitados por Adeli a merendar en vuestra casa.
Fueron unos años fantásticos, hacíamos deporte, nos divertíamos y empezaban nuestros primeros ligues.
Todas las generaciones que han ido pasando por el Club, tienen un montón de recuerdos y anécdotas vividas junto a vosotros y estoy seguro de que tanto cuando nos dejó Adeli, como ahora en tu adiós, los hemos revivido con gran cariño.
Posteriormente, tras tu jubilación, nos encontrábamos en la calle, en la pescadería y varios años en la fiesta del día del Club y en las conversaciones siempre te salía ese toque “pícaro” para diferenciar lo guapas que estaban ellas y no tanto nosotros, y siempre terminábamos hablando de aquellos años en el Club.
En noviembre del 2021, cuando estábamos celebrando el nombramiento de los Socios Honoríficos que habían cumplido 90 años, sin que nadie lo esperase y para alegría de todos, hiciste aparición en el salón con tu hijo Ramon. ¡Qué gran momento!
Nuestro último encuentro fue este mayo y la verdad es que estabas fantástico, venias de ver las viñas que habían plantado en la rotonda de la calle Castilla.
Ahora llega el momento de la despedida y de que te reúnas con tu querida Adeli. Siempre nos quedarán los buenos y grandes recuerdos.
En nombre de toda la gran familia que formamos la Peña Vitoriana Tenis Club, te envío un fuerte
abrazo.
Descansa en paz.
Iñigo Area de Arana