La francesa superó a la suiza Jenny Duerst en la final por 6-4, 7-5

 

Una final vistosa, un ambiente extraordinario con numeroso público en las gradas de la pista central de la Peña Vitoriana Club un nombre propio: Jessika Ponchet. La francesa se proclamó campeona de la III edición del Araba World Tennis Tour Femenino – Open Grupo Amutio, tras vencer a la suiza Jenny Duerst por 6-4, 7-5.

Las finalistas sufrieron los efectos de un calor que castigó a ambas, aunque Duerst que venía de la fase previa y también había participado en dobles, disputaba su décimo partido en una semana, por cinco de la gala.

Ponchet sumaba en su palmarés seis títulos ITF pero ninguno de rango 60.000. Su experiencia e inteligencia le permitió poner el partido de su lado en todo momento. Su mejor sacar y golpe de drive efectivo, fueron haciendo mella en una Duerst batalladora. El primer set estuvo marcado por breaks y contrabreaks, pero en los momentos clave, la jugadora de Bayona supo cambiar el ritmo con bolas altas o subiendo a la red. Con 6-4 a favor en 39 minutos, el segundo set siguió por los mismos derroteros. La suiza cometió 9 errores no forzados y 5 dobles faltas. Los problemas con el primer saque también fueron minándole las fuerzas.  Ponchet, jugadora con presencia en la pista, puso también sobre la pista su experiencia y su puesto 195 en el ranking sobre el 500 de su rival. Los detalles contaron, para ir amasando juego a juego un partido que siempre tuvo de cara y que fue fabricando con el alto porcentaje de puntos sumados con su primer servicio, el 71%.

El choque no llego a la hora y media. Ponchet lograba un título celebrado e importante para ella ya que, al margen de la cuantía económica, cerca de 9.000 dólares, suma 80 puntos WTA y la asciende en el ranking  mundial hasta el puesto 152, escalando más de 40.

Recordemos que Ponchet, jugadora que reside en Bayona, ya participó el año pasado, pero cayó en cuartos de final. Venía de completar un buen mes después de disputar la final del ITF de Palma del Río y de semifinales en dobles de un torneo WTA. También ha jugado la fase previa de Roland Garros.

Por su parte, para Duerst sale de Vitoria como la gran revelación. No es frecuente que una jugadora que viene de fase previa acabe disputando la final. A sus 23 años tiene un futuro muy prometedor por delante. Su gran torneo en la capital alavesa le sirve también para embolsarse cerca de 5.000 dólares y ascender al puesto 360 del mundo, es decir, escala 140. Lo que supone que tendrá muchas más opciones de disputar torneos de este nivel.

Desde el club, se hace un balance muy positivo, con una sensación de haber asistido a un torneo ITF 60.000 pero con un nivel tenístico que bien podría haber sido de 100.000. El nivel de las jugadoras, la impecable organización y la satisfacción de los aficionados, así como el seguimiento mediático, con las cámaras de Eurosport y también la repercusión ofrecida desde el canal de youtube de la Federación española de tenis, además de todos los medios locales y autonómicos que han seguido los 7 días que se ha prolongado el torneo, invitan a pensar ya con más ambición en 2023.